El proyecto forma parte de un programa destinado a mejoras y embellecimiento urbano del Ministerio de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires, y tiene por objeto generar una mejora y revalorización del sector comercial. Se trata de fondos con un fin específico, que no pueden ser destinados discrecionalmente a otras áreas de gobierno como Salud o Seguridad. Esto fue claramente planteado en las distintas instancias de diálogo que mantuvimos con comerciantes, y a quienes participamos en representación del Gobierno Municipal, nos quedó perfectamente claro que hubo un entendimiento respecto de este tema.
Por supuesto que los concejales de la oposición también lo saben (o deberían saberlo, ya que es inherente a sus funciones conocer las características del financiamiento de obras por parte de los organismos del Estado) pero han elegido militar fuertemente a través de las redes sociales o medios afines, planteando falsa dicotomía entre este proyecto y la salud, el asfalto en barrios, la seguridad, etc.
El proyecto se encuentra emparentado con un proyecto anterior, planteado por la Cámara de Comercio y el gobierno de la UCR, que por falta de financiamiento jamás logró concretarse: el del “shopping a cielo abierto”, que consistía en una mejora del centro comercial y una ampliación de veredas, limitando el estacionamiento.
Más allá de la firma del convenio específico, la voluntad del Gobierno y de nuestra intendenta fue consensuar la implementación final con los comerciantes directamente afectados por la obra, y con el comercio en general. Por eso, se habilitaron diferentes canales: se visitó individualmente a cada comercio y se plantearon reuniones con entidades afines.
Una de estas reuniones se dio, por ejemplo, con los directivos de COCATRA, quienes aportaron su valiosa experiencia y propuestas para mejorar las zonas de carga y descarga, así como la necesidad de planificar en Cañuelas una planta de transferencia.
De otro de los encuentros participaron miembros de la Cámara de Comercio, y algunos comerciantes invitados por la entidad. Se trató de una reunión muy fructífera, donde hubo diferentes opiniones, y consultas. Una de ellas, como se explicó más arriba, tuvo que ver con el tipo de financiamiento, y una vez explicado, los comerciantes presentes en su gran mayoría manifestaron su acuerdo con el embellecimiento propuesto para la avenida Libertad.
También se dialogó sobre diferentes alternativas de circulación y estacionamiento. Varios de los comerciantes presentes solicitaron se implemente el estacionamiento medido, y los funcionarios que participamos respondimos que es un tema en el que debía tener competencia el Concejo Deliberante.
También los comerciantes solicitaron mejoras al proyecto, por ejemplo en relación al arbolado, la iluminación, y la contaminación visual que producen los cables de los servicios, muchos de ellos obsoletos, y respecto de lo cual nos comprometimos a buscar alternativas.
La reunión finalizó –a diferencia de lo que algunos pretenden instalar- en tono de concordia, y se estableció de nuestra parte un compromiso por llevar propuestas de mejora para que sea la Cámara de Comercio quien articule con los comerciantes un respuesta a dichas propuestas. Durante la semana, se mantuvo el diálogo con el Ministerio de Infraestructura con el objeto de buscar líneas de financiamiento que permitieran reformular el proyecto incluyendo las sugerencias y pedidos de los comerciantes.
La posibilidad más firme por el momento es la de dividir la obra en dos etapas diferenciadas, una que incluya la circunvalación de la plaza San Martín y otra la Avenida Libertad entre Del Carmen y Basavilbaso, en ambos casos contemplando iluminación diferencial y arbolado. De optar por esta reformulación, el plazo de ejecución e inicio se verá afectado ya que será necesaria la firma de convenios adicionales.
La voluntad de Gobierno Municipal continúa siendo la del diálogo y el consenso, aún cuando haya actores que se empeñen en mentir y tratar de generar una ruptura en el diálogo con los comerciantes, con objetivos únicamente políticos.
No tenemos otro fin que el de mejorar el centro comercial, y de ninguna manera estamos dispuestos a tomar una decisión que creamos puede perjudicarlos. No vamos a caer en provocaciones e intentos por generar discordia. No vamos a desviarnos de nuestro objetivo de seguir construyendo un Cañuelas que es referente en la región en materia industrial, educativa y turística, y buscamos que lo sea también en el comercio. Queremos una ciudad más linda, más eficiente, más atractiva. Y queremos construirla en forma conjunta con nuestros comerciantes.
Si el diálogo requiere más tiempo, dispondremos de más tiempo. Si en consenso necesita de más encuentros, los haremos. Pero no vamos a tolerar presiones ni operaciones que nada tienen que ver con la construcción de un diálogo productivo por parte de actores que sólo buscan el fracaso de cualquier iniciativa que mejore la vida de nuestros vecinos y vecinas.